Trabaje con ingenieros expertos en ventas, diseño y aplicaciones para resolver problemas de procesos difíciles, o elija su coronilla estándar o mandril escalonado sabiendo que la calidad y la confiabilidad vienen con el nombre Hardinge. Experimente el valor de productos más duraderos, el tiempo de actividad de la máquina, la precisión de las piezas de trabajo y la satisfacción de su cliente.
Se presta atención individual a cada dispositivo portapiezas en cada proceso de fabricación, desde la manipulación del material en barra inicial hasta el pulido y el grabado con láser. Generaciones de operadores de maquinaria calificados han participado en los numerosos procesos críticos de producción de una coronilla templada y maquinada con precisión. Hardinge ha estado fabricando productos industriales y portapiezas para todas las marcas de tornos, fresadoras y rectificadoras durante más de un siglo. Su experiencia en procesos, precisión y exactitud proporciona un producto portapiezas de renombre mundial.
Dos factores muy importantes en la fabricación de coronillas, dedos de alimentación y zapatas que sean duraderos y ofrezcan el rendimiento esperado son la materia prima utilizada y el sistema de control del proceso de tratamiento térmico para garantizar una dureza y un templado adecuados. Las coronillas y los dedos de alimentación son propensos a romperse donde el área endurecida se encuentra con el área templada. Los procesos de tratamiento térmico de Hardinge están planificados para eliminar roturas en áreas de diseño críticas, para obtener un producto que no corra el riesgo de romperse ni desgastarse. Las coronillas Hardinge son de 5 a 7 puntos Rockwell “C” más duras que los productos de la competencia, con el objetivo de brindar un producto más duradero. Cuanto más dura es la coronilla, más larga es la vida útil, lo que permite reducir los cambios de coronilla y el tiempo de inactividad asociado al cambio de coronilla. Sin embargo, si una coronilla es demasiado dura, podría volverse quebradiza y romperse. Es la combinación de dureza, elasticidad y extensión lo que Hardinge ha perfeccionado a lo largo de los años en sus instalaciones de Elmira, Nueva York.